La cultura védica – Los cuatro āśrama (divisiones espirituales)

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Autor: Śrī Ranga Purī D

 

Aparte de las divisiones de la sociedad con base en las capacidades y aptitudes, se encuentran también las cuatro divisiones por etapas de la vida humana o āśrama, de la siguiente manera:

1. Brahmacarya

Vida de estudiante célibe
El primer ashram es la vida de estudiante, disciplinada en el celibato. El brahmacārī (brahman= verdad, carya= hacer, actuar) aprende a servir a la verdad bajo la guía de su maestro espiritual (guru), quien típicamente es un brāhmaṇa que está situado en la verdad. El brahmacārī  se va de su casa para educarse viviendo con el guru en el āśrama (la escuela). Por lo tanto, la primera tarea en la vida humana es buscar un maestro espiritual calificado y ser entrenado por él.

Gurukula: la escuela básica (gurukula) dura siete años, normalmente desde los cinco hasta los doce años. Los niños son educados sin privilegios ni desventajas familiares o de su pasado, para desarrollar virtudes propias. El maestro les pone un nuevo nombre, que no conlleva la carga de su apellido, para que aprendan a hacerse a sí mismos con sus propios méritos. Visten todos la misma ropa sencilla, realizan los mismos deberes; comen, duermen y estudian juntos, sin diferencias entre ellos de ninguna índole. Cada discípulo debe merecer su educación y aprender a ser autosuficiente, cocinando, lavando su propia ropa, manteniendo el orden y la limpieza de su cuerpo, enseres y hábitat, mediante trabajos comunitarios. En el gurukula se estudian las materias básicas, a saber, la ciencia espiritual, incluyendo el estudio de la literatura védica, en particular el Bhagavad-gītā y el Śrīmad Bhāgavatam, que son libros esenciales de conocimiento. Las materias básicas son filosofía, que incluye matemáticas y ciencias, además de lenguaje sánscrito y el idioma del lugar, yoga y artes, que incluyen cocina, música, prácticas de cantos místicos, recitaciones y adoración. De esta manera, a los doce años se es un equivalente al bachiller contemporáneo. Durante este período, tanto maestros como alumnos van conociendo las capacidades y tendencias de los niños, para orientarlos hacia su educación superior.

Educación Superior: El entrenamiento especializado en el varṇāśrama empieza después del gurukula, en la Universidad varṇāśrama. A partir de este momento los estudiantes se dividen de acuerdo a las destrezas en que se desenvuelven mejor. El brāhmaṇa normalmente estu­dia doce o trece años más (el equivalente a un doctorado en el mundo moderno). El kṣatriya estudia por cuatro años para conocer el arte de gobernar y adminis­trar (el equivalente a una licenciatura moderna). El vaiśya dedica entre dos  y cuatro años más a la combinación de ins­trucción y práctica (el equivalente a un técnico superior). El śūdra apren­de un oficio u arte, lo cual se consigue siendo ayudante y aprendiz de algún experto (obrero o técnico medio).

2. Gṛhastha

Vida del casado, vida familiar.
La palabra gṛha significa casa. Después de haber concluido la primera etapa, el estudiante se retira del āśrama de brahmacārī con bendiciones de su maestro espiritual, para formar una familia. Los brāhmaṇa generalmente se casan a los veinticinco años (el varón), idealmente con una mujer entre cuatro y nueve años más joven; las mujeres se comprometen entre los ocho y los doce años, antes de la adolescencia, aunque no viven con el marido hasta su juventud. Los kṣatriya generalmente se casan a edad temprana. Es responsabilidad del padre casar a su hija, si es negligente, será castigado por el Rey. La razón es que es más fácil identificar compatibilidades y afinidades de personalidad en la niñez, resultando en uniones más afines y sólidas. De esta manera se elimina el drama de las madres solteras. La vida de gṛhastha dura aproximadamente veinticinco años, típicamente desde los veinticinco años hasta los cincuenta, después uno debe retirarse de la vida familiar para proseguir el avance espiritual. Hay varias clases de matrimonios. Los cinco principales son:

  • Brāhmaṇa, se considera el tipo más elevado de matrimonio. Al­guien ofrece su hija a un brāhmaṇa, el cual puede aceptarla o no. Los brāhmaṇa son los únicos que pueden casarse de esta manera.
  • Deva, es el de los semidioses, es arreglado por los padres o tutores en atención a un estudio de compati­bilidad de caracteres y de orden físico, social y espiritual. Suele realizarse con una ceremonia de fuego.
  • Kṣatriya, los guerreros varo­nes conquistan a la esposa sometiéndo­se a un torneo llamado svayaṃvara organi­zado bajo las condiciones establecidas por la joven o su tutor. En otros casos, la princesa puede entregarse directa­mente a un kṣatriya quien tiene que aceptarla, si está dentro los principios del dharma.
  • Rākṣasa, los rākṣasa sue­len raptar a la novia. Esta no es una práctica aceptada en los Vedas, aunque algunas veces los kṣatriya se casan también de esta forma, con la gran di­ferencia que ellos tienen el consenti­miento o solicitud de la joven. Ellos tienen que afrontar las consecuencias, pues es deber de los protectores de la mujer enfrentar al raptor.
  • Gandharva, es el único caso de matrimonio mediante acuerdo directo entre los jóvenes. Se da con poca frecuencia, ya que el padre tiene la obligación de evitar que su hija esté desprotegida. Pueden tomar este tipo de matrimonio los brāhmaṇa y los  kṣatriya. Por regla general deben casarse personas afines y de condiciones equi­valentes. Así se evita que la mujer sea de condición superior al hombre, pues en ese caso la prole se degrada y se pierde el sentido de autoridad. Estos matrimonios desfavorables se los lla­ma anuloma y se evitan por todos los medios. Pratiloma es un matrimonio aceptable, cuando el hombre tiene una condición superior.

3. Vānaprastha

Vida de retiro fa­miliar y social.
Generalmente, la persona se iba de retiro al bosque (vana = bosque). Habiendo concluido la educación de sus hijos, el esposo y la esposa se van de la casa. Ellos dejan sus bienes a sus hijos y se retiran a lugares de peregrinaje, eso dura el tiempo suficiente para que se vuelvan indiferentes a las cosas materiales, de tal manera que puedan continuar su avance espiritual. Existen casas de re­tiro, donde no se paga un alquiler, y que son mantenidas por los gobernantes o personas caritativas.

 

 

4. Sannyāsa

Vida de total renun­cia.
El sannyāsin renuncia por completo a la vida mundana. Se separa de su esposa y  a ella se le considera viuda a partir de ese momento, quien suele retornar al hogar para vivir con la familia de su hijo mayor, aunque en algunas ocasiones también se vuelve renunciante. El  sannyāsin se dedica exclusivamente a la vida espiritual, divulgando las enseñanzas sagradas y glorificando a Dios. Por posesión tiene sólo lo que puede llevar consigo, normalmente dos juegos de ropa y una vara (daṇḍa), que es su nueva “compañera” por unos diez años. Los sannyāsin más avanzados llevan una tridaṇḍa es decir tres varas mayores (y una menor) atadas con una tela de color azafrán, que significa que su mente, palabras, acción e inteligencia se encuentran al servicio de Dios.
Por lo general no todos tienen la ca­pacidad para seguir las cuatro órde­nes. Normalmente sólo el brāhmaṇa sigue las cuatro órdenes, el kṣatriya sigue al menos tres, el vaiśya dos y el śūdra una. El kṣatriya suele alcan­zar hasta la orden de vānaprastha. El vaiśya queda usualmente en la orden de gṛhastha y el śūdra rara vez tolera la disciplina de brahmacarya. En el varṇāśrama dharma es el sannyāsin la persona más honrada por la sociedad védica, por ser el más renunciante.

Otras clases

  • Las mujeres. Por su rol fundamental en la sociedad, las mujeres requieren protección, y por ello tienen un tutor. El tutor de las niñas es su padre, su guru si vive en un āśrama, su esposo al casarse, y cuando enviuda, su hijo mayor. Una mujer casta debe estar siempre favorablemente dispuesta hacia su esposo y hacia los parientes y amigos de éste. Ha de seguir los votos del esposo, si éste es virtuoso. Ella debe vestirse agradablemente, ser limpia y procurar que su hogar esté siempre limpio y puro. Reúne y organiza los enseres necesarios para el hogar y los mantiene cuidadosamente en orden. La mujer ideal es modesta, libre de codicia y veraz, controla sus sentidos, habla dulcemente y sirve amorosamente a su esposo e hijos de acuerdo al tiempo, al lugar y a las circunstancias. Se retribuye este fino comportamiento con afecto, soporte económico y protección, honrándola como la diosa de la fortuna en su morada. Los niños deben buscar siempre las bendiciones de su madre. Ese hogar, donde se adora a la divinidad en un altar, donde se comen alimentos puros, que está perfumado con la fragancia del incienso y las flores de la ofrenda, donde se escuchan cánticos y música sagrada, es propicio para ir de retorno al mundo espiritual y por ello recibe el nombre de āśrama.
  • Fuera de clases. Las personas que no se pueden ajustar a las normas míni­mas de la cultura védica, como aquellos que son adictos a robar, intoxicarse o a las actividades inmorales en general, no se consideran parte de ninguna de las cuatro clases, ya que cada clase tiene sus reglas. Por el bien de la sociedad y para que no contaminen a las nuevas generaciones especialmente, son man­tenidos fuera de la jurisdicción de las áreas pobladas por la sociedad organi­zada y la gente no se mezcla con ellas mientras no se rectifiquen, por lo que se llaman intocables. Indudablemente los brāhmaṇa procuran reformarlos. Aquellos que son demasiado peligrosos como los asesinos aviesos, que no res­petan la vida, no la merecen y por ello son ejecutados. Este acto de justicia los libera de la carga tremenda del karma que acarrea su crimen y les permite un siguiente nacimiento sin esa tara. Por otro lado, obviamente se protege a la sociedad del peligro que conlleva su presencia.

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Este artículo fue publicado originalmente en la versión castellana del libro El Ramayana, ha sido reproducido en Academia Tattva con permisos del autor.