Autor: Śrī Ranga Purī D
Las divisiones sociales según la tradición védica son:
1. Brāhmaṇa
Clase intelectual y espiritual (educadores y monjes).
Son las personas en las que la modalidad de la bondad (sattva) es preponderante. Entre ellos hay filósofos, matemáticos, músicos, científicos, astrónomos, astrólogos, médicos, arquitectos, antropólogos, historiadores, etc.
En suma, son especialistas en diferentes partes del conocimiento o veda. Brahman quiere decir verdad, el brāhmaṇa es el servidor de la Verdad Absoluta, por lo que lleva una vida sencilla y austera; aquellos autorrealizados se desempeñan como maestros espirituales o guru. Los brāhmaṇa tienen seis ocupaciones y desarrollan nueve cualidades.
Las seis ocupaciones son:
- Estudiar los Vedas.
- Enseñar los Vedas.
- Adorar a Dios.
- Enseñar a adorar.
- Dar caridad.
- Aceptar caridad.
Las nueve cualidades son:
- śamaḥ (ecuanimidad)
- damaḥ (autocontrol)
- tapaḥ (austeridad)
- śaucaṁ (limpieza)
- kṣāntiḥ (tolerancia)
- ārjavam (honestidad)
- jñānam (conocimiento)
- vijñānam (sabiduría)
- āstikyam (espiritualidad)
2. Kṣatriya
Clase Real (gobernantes y administradores).
Están sujetos al predominio de la modalidad de la pasión. Los kṣatriya son quienes protegen. Por ello un kṣatriya cultiva la fuerza, la destreza y el poder, siendo amigo del orden y la justicia. Los mejores entre los kṣatriya son entrenados como gobernantes o reyes y actúan bajo la guía de los brāhmaṇa. Durante su entrenamiento reciben instrucción de hasta sesenta y cuatro materias, necesarias para gobernar y desenvolverse en el liderazgo. A cambio de su servicio, ellos tienen el derecho de administrar los impuestos que paga la clase mercantil (vaiśya). El kṣatriya es apegado a las cualidades de los brāhmaṇa y comparte cinco de sus seis actividades exceptuando aceptar caridad, la cual está reservada únicamente a los brāhmaṇa.
En cuanto a sus cualidades de trabajo, estas son:
- El heroísmo.
- El poder.
- La determinación.
- La destreza.
- El valor en la lucha.
- La generosidad.
- El liderazgo.
3. Vaiśya
Clase mercantil – comerciantes y agricultores (poder productivo).
Tienen una mezcla de las modalidades de la pasión y la ignorancia. Se dedican a la agricultura y al comercio, además de la protección del reino vegetal y animal. Proveen todo lo necesario para el bienestar material de la sociedad. Es la clase productiva, la que genera los bienes de consumo y realiza las inversiones. Suelen ser devotos de los semidioses, del maestro espiritual y del Dios. Se esfuerzan por el progreso religioso, económico y de complacencia sensorial, con fe en las escrituras. El vaiśya emplea al trabajador y le provee todo lo que necesita: víveres, un lugar donde vivir y trabajo. De esa manera al śūdra no le falta nada. La clase productiva mantiene al conjunto de la sociedad contribuyendo con impuestos a los kṣatriya, caridad a los brāhmaṇa y trabajo a los śūdra.
4. Śūdra
Clase artesanal y manufacturera (mano de obra).
La tercera modalidad (tamas) es predominante. Son la clase obrera, los artistas y los artesanos, entre sus actividades están el trabajo físico y el servicio a los demás. Se consideran las piernas del cuerpo social, pues dan la potencia y la fuerza de trabajo, indispensables para la ejecución de las diferentes actividades productivas. Deben aprender a mantenerse limpios, a no mentir y no robar. La influencia preponderante de la modalidad de la ignorancia hace que el śūdra suela compararse con los demás, se queje con más frecuencia, y tienda a la intoxicación, lo que lo hace más impredecible en la administración del dinero. Por esta razón, normalmente no lo administra, sino que es provisto de todas sus necesidades en especie por quien lo contrate.
Existen mezclas de varṇa, donde una misma persona tiene una combinación de tendencias, por ejemplo: kṣatriya-brāhmaṇa, etc. Por tanto, su varṇa quedará definido por su ocupación. Por ejemplo, si un kṣatriya se dedica al comercio, se considera vaiśya. Si bien una persona por circunstancias de la vida pueda verse forzada a hacer actividades distintas a las cuales está capacitado o entrenado, la regla es que se le permite hacer actividades que no sean superiores a su capacidad efectiva, pues lo contrario es un peligro social. Tener un médico descalificado, un gobernante incapaz o un profesor ignorante son verdaderas tragedias.
Parte del caos de la sociedad actual es la deficiente educación, debida al deterioro en valores y principios, la equivocada vocación o la ausencia de cualidades previas a asumir una función o responsabilidad. A continuación describimos las funciones asociadas a cada clase social.
Interrelaciones
El varṇāśrama implica un interés común en toda la sociedad, el cual es: servir y agradar a Dios. Combinando inteligentemente las diferentes capacidades e inclinaciones, y procurando así el mejor resultado posible. Cuando la sociedad humana trabaja por una meta común, servir al Alma Suprema, cada quien puede apreciar el trabajo de los demás. Cada clase asiste a las otras clases para tener una convivencia armónica, donde la inteligencia es apreciada como la mejor guía para la sociedad (los brāhmaṇa).
Los brāhmaṇa, al ser responsables de la educación adiestran desde la infancia a todos los demás, y les ayudan a encontrar y cultivar su vocación. Capacitan a los futuros gobernantes y entre ellos escogen al más apto para ser el Rey. Antiguamente, algunas familias se distinguían por someterse a los entrenamientos más rigurosos, conformando dinastías altamente ejercitadas. Puesto que los brāhmaṇa educan a toda la sociedad humana, no están sujetos a la jurisdicción del Rey. El brāhmaṇa se somete a austeridades para modificar sus propios defectos, ya que enseña con el ejemplo, siendo introspectivo. La clase de los brāhmaṇa es una clase supraestatal, no paga impuestos ni tiene obligaciones formales en relación con el Estado, ya que no se empeña en actividades lucrativas. Su contribución sin embargo a la sociedad y al Estado es la más valiosa y estratégica, ya que la educación es la función suprema del Estado.
La sociedad védica es altamente descentralizada. Cada comunidad y aldea tiende a ser autosuficiente y guiada por sus líderes naturales. El gobierno védico es una monarquía piadosa. Durante el tiempo en que los seguidores de los Vedas gobernaban el planeta, éste se hallaba dividido en varios reinados y había un emperador, que era el Rey más calificado entre los gobernantes del planeta. Aunque los brāhmaṇa adiestran y seleccionan a los gobernantes, ellos se mantienen al margen del poder político siendo anarquistas en el sentido puro de la palabra, pues ellos creen que el cambio empieza por uno mismo. Debido a que los vaiśya son ambiciosos por naturaleza (clase comerciante y productiva) tienden a explotar para incrementar sus ganancias, por lo que es necesario que los de la clase noble (reyes y príncipes) apliquen sus elevados conceptos de justicia y orden a fin de que haya justicia social y los śūdra se sientan satisfechos, mediante un equilibrio en la distribución del trabajo y de los excedentes.
Clases privilegiadas
Para preservar el propósito de la vida humana, la cultura védica se asegura que cinco grupos humanos sean especialmente protegidos y tengan facilidades suficientes:
- Brāhmaṇa. Su preservación permite el cultivo de la sociedad humana y el soporte del espíritu y la inteligencia para su funcionamiento armónico y el logro de la meta de la existencia.
- Niños. Su adecuado cuidado y educación los convierte en gente de bien. Son el futuro de la sociedad y se encuentran en la flor de su pureza y capacidad de aprendizaje.
- Ancianos. Deben recibir apoyo material y espiritual para que puedan autorrealizarse, logrando el propósito de la vida, sin tener que preocuparse de sus necesidades mínimas, aportan de por sí compartiendo su experiencia y sabiduría con los más jóvenes.
- Mujeres. Son responsables del bienestar de los niños y de ellas depende la calidad de la población. Los hijos de las mujeres castas constituyen la mejor calidad humana. Se les brinda protección y se promueve su dignidad.
- Vacas. Son los animales más nobles, a cambio de recortar las hierbas y el pasto, dan el alimento más perfecto, la leche, que permite nutrir los tejidos más finos del cerebro. Incluso su excremento es altamente útil, siendo antiséptico, el mejor fertilizante y combustible excelente para cocinar.
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Este artículo fue publicado originalmente en la versión castellana del libro El Ramayana, ha sido reproducido enAcademia Tattva con permisos del autor.